Antes de empezar: imagina una mañana luminosa, esa delicia cremosa que te abraza sin pedir permiso. Hoy te traigo una opción que es puro confort: una taza de café con leche de almendra y un toque de cacao. Si ya eres fan de la leche de almendra, esta receta es para ti: una experiencia suave, aromática y con ese leve cacao que eleva el carácter del café sin perder su esencia. Vamos a por una experiencia que se puede convertir en rutina favorita, con la mejor versión de la receta de café con leche de almendra.

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¿Qué necesitas para esta receta de café con leche de almendra?
La base de cualquier buena bebida está en los ingredientes y en la proporción adecuada. En esta sección vamos a ver todo lo necesario para lograr una taza memorable de la receta de café con leche de almendra.
Ingredientes
- 1 shot de espresso o 60 ml de café muy concentrado
- 200 ml de leche de almendra, preferiblemente sin azúcares añadidos
- 1 cucharadita de cacao en polvo sin azúcar, tamizado para evitar grumos
- Endulzante al gusto (opcional): miel, sirope de agave, stevia o azúcar
- 1/4 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
- Una pizca de sal (realza sabores)
- Canela en polvo o una ramita de canela para decorar (opcional)
- Una pequeña pizca de cacao para espolvorear por encima (opcional)
- Opcional para la versión con cacao más marcada: una lámina de chocolate negro derretido o cacao más oscuro
Todos estos elementos forman parte de la experiencia de la café con leche de almendra; si quieres elevarla, puedes añadir una pizca de chocolate amargo para ese toque de cacao que no se te vaya de las manos.
Proporciones y notas
- Si te gusta más cremoso, puedes subir la leche de almendra a 230 ml y mantener el espresso en 60 ml.
- Para un sabor más “cacao-forward”, añade 1/2 cucharadita extra de cacao en polvo o espolvorea cacao después de servir.
- La leche de almendra puede variar en sabor y textura; busca una versión enriquecida para que el resultado sea más sedoso. Si la leche de almendra es muy aguada, prueba mezclarla con un poco de leche vegetal más gruesa o añadir una pizca de fécula de maíz disuelta en agua para espesar ligeramente (solo si quieres, no es imprescindible).
Esta sección está pensada para que puedas adaptar la receta de café con leche de almendra y cacao a tu gusto, manteniendo el eje de la receta de café con leche de almendra y cacao.
Preparación: así se hace una auténtica experiencia de café con leche de almendra
La magia sucede cuando las texturas se equilibran y el aroma invade la cocina. Aquí te dejo un paso a paso claro para que puedas lograr una taza perfecta de la receta de café con leche de almendra.

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Paso a paso
1) Prepara el espresso o café muy concentrado. Si no tienes máquina de espresso, usa un método que te dé un shot de intensidad: Aeropress, moka, o una cafetera de filtro que puedas concentrar. El objetivo es un sabor fuerte que se complemente con la suavidad de la leche de almendra.
2) Calienta la leche de almendra sin dejar que hierva. Si tienes un espumador de leche, úsalo para crear una microespuma suave. Si no, bate vigorosamente con un tenedor o usa una olla pequeña para calentar y luego bate brevemente para incorporar aire. Una leche de almendra bien caliente y ligeramente espumada marca la diferencia en la experiencia de la receta de café con leche de almendra.
3) Agrega el cacao en polvo tamizado a la leche caliente y remueve hasta que se disuelva por completo. Un toque de vainilla puede ir aquí para enriquecer el sabor. ¿Te preguntas por qué este paso? Porque el cacao se integra mejor en líquido caliente y evita grumos, manteniendo la textura suave que define a nuestra bebida.
4) Sirve el espresso en una taza, y lentamente incorpora la leche de almendra espumada. Si quieres un efecto “latte art” simple, vierte con una ligera inclinación del vaso para que se mezclen colores y texturas.

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5) Endulza al gusto y espolvorea una pizca de canela o cacao por encima para acentuar el aroma. Este pequeño detalle añade complejidad sin perder la base de la receta de café con leche de almendra.
6) Prueba, ajusta y disfruta. ¿Qué te parece dejar una pizca de sal para resaltar el cacao y la vainilla? Un punto de sal puede realzar el perfil de sabor y sorprenderte con un resultado más presente en la taza de la café con leche de almendra.
Este paso a paso busca que obtengas la textura cremosa y el equilibrio entre el sabor a café y la suavidad de la leche de almendra, con ese toque de cacao que aporta profundidad y calidez.
Consejos para lograr la mejor crema y sabor
- Usa leche de almendra enriquecida para una espuma más estable.
- Si tu máquina no espuma, bate la leche bien y usa una pizca de vainilla para realzar el aroma.
- La temperatura ideal de servicio ronda los 65–70 °C; si la bebida está caliente, el cacao puede volverse amargo y la vainilla no se apreciará.
- Prueba con un cacao de buena calidad y, si es posible, un cacao en polvo sin azúcar para controlar exactamente el sabor.
Esta guía te ayudará a dominar la técnica y conseguir una taza de la saborosa y reconfortante receta de café con leche de almendra.
Sabores y texturas: ¿qué puedes esperar?
Cuando una bebida empieza con espresso intenso, leche de almendra suave y un toque de cacao, el resultado es una experiencia que equilibra dos mundos: la robustez del café y la ligereza de la leche vegetal. ¿Qué notas debes estar atento?
Notas de sabor
- El cacao aporta un amargor suave que encaja con la dulzura natural de la leche de almendra.
- La vainilla opcional añade un velo aromático que lo hace más redondo.
- El toque de canela o una pizca de sal pueden cambiar ligeramente el final del sorbo, haciendo que el paladar perciba capas más complejas.
La clave está en no excederte con el cacao para que el sabor de la leche de almendra siga siendo protagonista, sin perder la identidad de la receta de café con leche de almendra y cacao.
¿Qué cambios puedes hacer para adaptar esta receta?
- Si prefieres un sabor más dulce, aumenta un poco el endulzante o prueba con miel suave o sirope de dález.
- Para un gusto más chocolatoso, añade más cacao o espolvorea chocolate rallado por encima.
- Si quieres una versión fría, prepara el espresso frío o con hielo y añade la leche de almendra fría ya montada.
- Para un toque gourmet, añade una pizca de sal marina y una cobertura de cacao en polvo en la superficie.
Este bloque te invita a jugar con la receta de café con leche de almendra y cacao y descubrir tus combinaciones favoritas.
Variaciones y beneficios: un vistazo práctico
La leche de almendra no solo aporta sabor, también tiene propiedades que pueden interesarte, especialmente si buscas una alternativa vegetal para tus bebidas diarias.
Variación con cacao intenso
Si te encanta el chocolate, prueba una versión con más cacao y menos endulzante para un perfil más adulto y menos dulce. Este giro transforma la experiencia en una bebida elegante, donde el cacao se mantiene como protagonista suave, complementado por la crema de la leche de almendra y el café.
Beneficios de la leche de almendra
- Es una alternativa libre de lactosa que puede adaptarse a dietas basadas en plantas.
- Aporta un sabor suave y una textura ligera que funciona muy bien en bebidas calientes.
- Combina muy bien con el café, ya que no “apaga” las notas aromáticas del espresso como algunas leches más densas podrían hacer.
En resumen, la leche de almendra eleva la experiencia de la receta de café con leche de almendra y cacao, manteniendo la frescura y la ligereza de la bebida.
Preguntas para reflexionar
- ¿Qué es lo más importante para ti en una taza de café: la intensidad del espresso o la suavidad de la leche de almendra?
- ¿Prefieres una versión más cremosa o más ligera? ¿Qué ajustes harías en la proporción para lograrlo?
- ¿Cómo influye el cacao en tu percepción del equilibrio entre café y leche de almendra?
- ¿Te gustaría añadir un toque de vainilla, canela o sal para crear una experiencia diferente cada vez?
Responder estas preguntas puede ayudarte a personalizar la experiencia de la receta de café con leche de almendra y a comprender mejor tus preferencias sensoriales.
Citas importantes
El café es un lenguaje en sí mismo; habla con la taza y escucha su aroma.
“El placer de una buena bebida está en la sencillez de su ejecución y en la calidad de sus ingredientes.”
Estas ideas sirven como recordatorio de que, a veces, las mejores creaciones nacen de una buena materia prima y de un proceso simple, como en nuestra crema de la bebida y el cacao que acompaña al café.
Conclusión
En esta guía hemos recorrido una experiencia completa: desde los ingredientes y las proporciones adecuadas para la receta de café con leche de almendra hasta el proceso de preparación que te permite obtener una textura cremosa, un sabor armonioso y un toque de cacao que eleva la bebida sin perder la esencia del café. Hemos explorado variaciones, consejos prácticos y preguntas para reflexionar que te invitan a personalizar cada taza según tu estado de ánimo o la ocasión. Y, sobre todo, hemos celebrado la sencillez y la riqueza de una bebida que sabe a confort y a placer diario.
Con esta base, ya tienes todo lo necesario para disfrutar de una experiencia de café con leche de almendra realmente especial. Que cada sorbo te recuerde que lo simple, bien hecho y con cariño, puede brillar con la intensidad de un espresso y la suavidad de la leche de almendra.
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