Si hay un café que merece el título de emblemático, ese es el café vietnamita. Es intenso, suave al mismo tiempo y con la dulzura cremosa de la leche condensada que lo hace reconocible al instante. En este post te voy a enseñar, paso a paso, cómo hacer café vietnamita en casa: receta auténtica que respeta la tradición y que puedes adaptar a tu paladar sin perder la intensidad. ¿Listo para descubrir la magia del café vietnamita y convertir tu cocina en una cafetería casera?

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¿Qué es el café vietnamita y por qué amarlo?
El café vietnamita es mucho más que una bebida: es una experiencia sensorial. Se prepara con granos tostados, normalmente robusta o una mezcla robusta-arabica, y se filtra con un filtro llamado phin. El resultado es un espresso concentrado que se mezcla en un vaso con leche condensada azucarada, creando un contraste perfecto entre amargor y dulzura. A veces se sirve caliente, y otras veces sobre hielo para el famoso Café Sữa Đá, el café con leche en hielo que tantos disfrutan en los días calurosos.
Pero, ¿qué hace tan especial a este estilo? Su ritual de preparación: paciencia, minutos de infusión lenta y una técnica que se transmite de generación en generación en Vietnam. Y sí, puedes recrearlo de forma auténtica en casa con los elementos adecuados y un poco de cariño al detalle. Como dice una gran cita del mundo del café: “La mejor taza de café es la que se disfruta sin prisas y con una sonrisa.”
Ingredientes para hacer café vietnamita en casa
Para lograr esa experiencia auténtica de café vietnamita, necesitarás una lista concentrada de ingredientes y accesorios. Nada excesivo, pero sí lo suficiente para respetar la técnica tradicional.
- Café molido oscuro, preferiblemente una mezcla con robusta. El café vietnamita auténtico tiende a ser intenso y con cuerpo, y la robusta aporta esa chispa característica.
- Leche condensada azucarada. Es el toque que define el café vietnamita; la dulzura cremosa se funde con el amargor del café, creando un equilibrio perfecto.
- Agua caliente. No debe hervir a borbotones, pero sí estar suficientemente caliente para extraer el sabor sin quemar los granos.
- Filtro phin o un filtro vietnamita equivalente. Este pequeño instrumento es el corazón del método tradicional y permite una infusión lenta y controlada.
- Vaso o taza de servicio y, si quieres la versión fría, cubitos de hielo.
- Opcional: leche entera o leche vegetal si prefieres una versión menos dulce o sin lactosa, para acompañar el sabor del café vietnamita sin perder la esencia.
Además, si quieres una experiencia aún más cercana a la versión clásica, considera un vaso de vidrio para ver la caída del café a través de la leche condensada. Verlo pasar y mezclarse con la crema es parte del encanto.

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Herramientas necesarias para el café vietnamita en casa
La diferencia entre un resultado correcto y una experiencia que te transporte a una esquina de Hanoi está en las herramientas. Aquí, las clásicas son las mejores aliadas.
- Phin filtro vietnamita: pequeño, sencillo y eficaz. Es la clave para obtener esa extracción lenta que caracteriza al café vietnamita.
- Taza o vaso resistente para servir. Si preparas Café Sữa Đá, un vaso alto funciona muy bien.
- Una cuchara para mezclar la leche condensada con el café recién hecho.
- Una máquina de espresso o una cafetera de goteo puede servir como alternativa si no tienes phin, pero para la experiencia auténtica, el phin es el rey.
- Si prefieres la versión helada, un contenedor para verter sobre hielo sin perder el sabor.
Pasos para preparar café vietnamita en casa
Preparar un café vietnamita en casa no es complicado, pero sí requiere un poco de paciencia y un orden. Aquí tienes un recorrido claro para que puedas lograr una taza con la verdadera esencia vietnamita.
Paso 1: Muele y alista el café
- Muele el café a una molienda media-gruesa, similar a la de un espresso suave. Evita moler demasiado fino; de lo contrario, la extracción podría obstruirse y el sabor podría volverse amargo.
- Coloca el filtro phin sobre la taza vacía para calentarlo ligeramente. Esto ayuda a estabilizar la temperatura durante la extracción.
Paso 2: Añade la leche condensada
- Añade de 2 a 3 cucharadas de leche condensada azucarada al fondo de la taza. Este paso define el sabor final, así que ajusta la cantidad a tu gusto—más dulce, menos, o incluso más condensada si quieres un toque más lujoso.
Paso 3: Realiza la extracción lenta
- Coloca el phin cargado con el café molido sobre la taza. Primero añade un poco de agua caliente para humedecer el café y permitir que se asiente, luego añade el resto del agua caliente.
- Deja que la infusión fluya de forma lenta y constante. Este proceso puede tomar entre 4 y 5 minutos aproximadamente. Ojo: la extracción flexible también depende de tu gusto; un poco más de tiempo intensifica el sabor.
Paso 4: Mezcla y sirve
- Una vez que el café haya pasado por el phin, mezcla la leche condensada con el café caliente en la taza. Abre el abanico de opciones: puedes servir tal cual, caliente, o añadir hielo para tu Café Sữa Đá.
- Si optas por hielo, sirve el café vietnamita caliente sobre hielo o añade el hielo a la taza para enfriarlo rápidamente. En cualquier caso, la experiencia estará garantizada.
Receta auténtica: versión paso a paso para empezar ya
Para que no te falte ningún detalle, aquí tienes una receta auténtica de café vietnamita en casa, lista para seguir.
- Café molido oscuro: 20–25 gramos
- Leche condensada azucarada: 3–4 cucharadas
- Agua caliente: 120–150 ml
- Leche (opcional, para aligerar o adaptar al gusto): 40–60 ml
Pasos:
1) Calienta el phin y coloca el filtro sobre la taza. Añade el café molido y alísalo con una ligera presión para compactarlo sin apretar en exceso.
2) Vierte un chorrito de agua caliente para humedecer el café y deja que se forme una pequeña capa de burbujas.
3) Inicia la extracción dejando caer el agua poco a poco. Deja que el café se filtre hasta completar el volumen deseado.
4) Integra la leche condensada en la taza. Remueve con una cuchara hasta que esté completamente mezclada.
5) Sirve caliente para disfrutar del aroma intenso o añade hielo para un Café Sữa Đá refrescante.

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Con esta versión auténtica de café vietnamita, ya tienes una base sólida para experimentar. ¿Te gustaría una versión más suave o más fuerte? Ajusta la cantidad de café, la leche condensada y la proporción de leche para acercarte a tu ritual perfecto.
Consejos para adaptar el gusto
Cada persona tiene su versión de la experiencia del café vietnamita. Aquí van algunos consejos prácticos para adaptar la receta auténtica a tu paladar sin perder la esencia.
- Si te gusta más intenso, añade un poco más de café molido o reduce la cantidad de leche condensada. El objetivo es mantener ese cuerpo denso característico del café vietnamita.
- ¿Prefieres una versión menos dulce? Reduce la leche condensada o reemplázala por leche normal con un toque de azúcar al gusto. Aun así, no pierdas la base: el phin y el método de extracción siguen siendo claves.
- Para un resultado más cremoso, prueba usar leche entera o una mezcla 2:1 de leche y crema ligera. Mantendrá la dulzura sin opacar el sabor del café.
- Si el gusto del hielo te parece demasiado suave, añade una pizca de canela o cacao en polvo para un toque extra de aroma y personalidad.
- ¿Leche vegetal? La leche de soja, almendra o avena funcionan, pero quizá cambie el balance de sabor. En ese caso, añade un poco más de leche condensada para mantener la experiencia original.
Preguntas frecuentes
- ¿Puedo hacer café vietnamita sin leche condensada?
- Puedes, pero perderás la firma dulzura que define al café vietnamita. Si buscas una versión menos dulce, opta por leche condensada con menos cantidad o utiliza leche normal con azúcar al gusto.
- ¿Qué tipo de grano es mejor para el café vietnamita?
- Tradicionalmente se usa una mezcla con robusta para un cuerpo más robusto. Si prefieres menos amargor, puedes probar con una mezcla 60–40 entre arábica y robusta.
- ¿Se puede hacer en una cafetera de goteo o espresso?
- Sí, pero el resultado no será exactamente igual. El phin ofrece una infusión lenta que concentra el sabor de forma específica. Si no tienes phin, una cafetera deespresso puede simular el resultado, pero la textura y la experiencia cambian.
- ¿El café vietnamita caliente es igual al frío?
- El líquido básico es el mismo, pero la experiencia cambia bastante. El café caliente mantiene más intensidad, mientras que el frío suaviza el amargor y resalta la dulzura de la leche condensada.
Ideas para variar sin perder la autenticidad
- Haz versiones mixtas: añade una capa de crema batida encima para un toque extra en ocasiones especiales.
- Explora con vainilla o chocolate: unas gotas de vainilla en la leche condensada pueden aportar un matiz aromático sutil.
- Si te encanta el ritual, prueba a preparar todo en un único paso: prepara el café vietnamita y, al terminar, añade hielo para servir rápido y con estilo.
Cualquier momento es bueno para disfrutar de un buen café vietnamita. Si te apetece, puedes ir probando diferentes proporciones hasta que encuentres tu equilibrio ideal entre el dulzor de la leche condensada y la intensidad del café. La belleza de este método está en que cada gota te habla de una tradición y, a la vez, se adapta a tu casa y a tu horario.
La experiencia del café vietnamita no es solo beber; es un ritual de paciencia, técnica y sabor. El phin, la leche condensada y el café molido oscuro trabajan juntos para entregar una taza que, al final, es pura identidad vietnamita en un vaso. ¿Te atreves a llevar la receta auténtica a tu cocina y vivir ese pequeño viaje cada mañana?
Conclusión
Con este enfoque, hacer café vietnamita en casa se transforma en un acto sencillo y gratificante. La receta auténtica de café vietnamita respira tradición y, al mismo tiempo, invita a experimentar sin perder su esencia. El café vietnamita, ya sea caliente o con hielo, conserva ese aroma intenso y la dulzura sedosa de la leche condensada que lo convierten en una experiencia única. Si sigues estos pasos y te mantienes fiel a la técnica del phin, obtendrás una taza que celebra el carácter y la cultura del café vietnamita.
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